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Ciudad de México.- Después de seis años, la industria del vestido vuelve a la senda del crecimiento de las exportaciones y para este año alcanzará 4 mil millones de dólares, luego de una caída de 50 por ciento desde 2004 a 2009, al pasar de 7 mil millones de dólares a 3 mil 500 millones de dólares en promedio en esos años.
Marcos Cherem, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV), informó lo anterior en conferencia de prensa donde presentó el estudio "¿Cuánto Mide México? El Tamaño sí Importa".
Durante la presentación, Cherem dijo que para este año los números en las exportaciones para este sector son positivos, con un crecimiento de 7 por ciento con relación a 2009.
Acompañado por Rocío Ruiz, vicepresidente de la Junta de Gobierno del INEGI, Gustavo Olaiz y Pablo Klein, directores generales de Promoción de Salud de la SS y de Industrias Básicas de la Secretaría de Economía, respectivamente, destacó que con la aplicación del estudio antropométrico realizado por la CNIV para conocer las tallas de la población, se podrá en los siguientes años disminuir las importaciones de ropa que no corresponde a la complexión de los mexicanos.
El dirigente expuso que uno de los problemas que enfrenta la industria del vestido es la piratería y las importaciones de ropa procedente de China, que se venden en los tianguis y repercuten negativamente en el sector al que le ocasionan pérdidas cuantiosas cada año.
En este sentido, señaló que con la producción adecuada a las medidas de los mexicanos, los industriales podrán tener ahorros en telas y con ello se disminuirán los saldos y las ofertas de ropa en perjuicio de las industrias del vestido.
Refirió que 30 por ciento de la población compra en tianguis por cuestión de precios, lo cual se podría revertir en lo sucesivo con la aplicación del estudio y que, al tener ahorros en telas, podrá impactar en el precio de las prendas confeccionadas y producidas en el país.
Sobre el particular, destacó que cuando es comercializado entre 70 y 80 por ciento de la producción de alguna línea no hay pérdidas para los industriales del ramo y, por otra parte, tan sólo no desperdiciar 10 por ciento de tela representa millones de dólares de ahorro.
Conjuntamente con Alejandro Faes, líder del proyecto del estudio, explicó que este trabajo es el primero en un país en vías de desarrollo, ya que se habían realizado en Estados Unidos y España, por lo que no se tenía en México una medición de esta naturaleza que permitiera a los diferentes sectores a desarrollar productos acordes a la complexión de los mexicanos.
El estudio costó 8 millones de pesos y contó con la aportación de la Secretaría de Economía (3 millones de pesos), INEGI, la Secretaría de Salud, así como otros patrocinadores entre ellos Walmart y Liverpool que contribuyeron con la logística, así como dar facilidades y apoyos para que aquellos clientes que colaboraran se les ofrecieran promociones y bonos.
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